Los tomates se utilizan mucho en la cocina para preparar numerosos platos culinarios. Disponibles en multitud de variedades, ofrecen una gama infinita de sabores y colores. Los tomates son frescos y ligeros.
Pero el problema de esta hortaliza es su fragilidad. Los tomates forman parte de las hortalizas que maduran rápidamente. Los tomates suelen conservarse en el frigorífico para preservar su firmeza. Sin embargo, este método de almacenamiento puede alterar su sabor y textura.
¿Cuál es la mejor manera de conservar los tomates frescos y firmes durante mucho tiempo?
Para conservarlos mejor, déjeles el pedúnculo. Si los tomates ya no tienen pedúnculo, colóqueles la cabeza hacia abajo. Así evitarás que se estropeen rápidamente.
No pongas los tomates cerca de las ventanas. Así evitarás exponerlos directamente a la luz del sol y a los cambios de temperatura, que favorecen la aparición de moho. Para guardarlos correctamente, elige un lugar fresco en la cocina y protégelos de la luz con un paño. Evita guardar los tomates con otras frutas como plátanos, manzanas o aguacates.
Para conservar los tomates frescos, lávalos para que conserven todo su sabor. Puedes utilizar papel de periódico para ayudarlos a madurar.
Otros métodos de conservación
Para disfrutar de los tomates durante todo el año, puedes preparar tomates secos o en conserva. También puedes hacer mermelada o tomates en conserva. Los tomates también se pueden congelar para conservarlos hasta 6 meses. Si quiere congelar platos preparados, cueza los tomates a fuego lento con berenjenas, calabacines, pimientos, cebollas, ajo y hierbas aromáticas.